Herramientas de Vida. La Sonrisa
- Publicado en Colaboradores
Herramientas de Vida. La Sonrisa
Por Oscar Ramos. Coach. Para la Revista Mi Pueblo
“Esperé pacientemente mientras mi jefe terminaba su perorata acerca de la importancia de inculcar a los trabajadores un exquisito trato al cliente, justo después de echarle una bronca a un compañero delante de clientes y el resto del equipo. Respiré hondo, y utilizando todos los músculos de mi cuerpo, construí una sonrisa…”
Hace mucho tiempo, creo fue finales de los 90, en aquella ya mítica serie americana “Ally Mcbeal” conocí al peculiar personaje que inspiró éste artículo, él lo llamaba “la terapia sonriente”. Hoy para mí es un recurso habitual que transforma estructuras mentales y estados anímicos.
Fue el neurólogo francés Duchenne, conocido por descubrir la distrofia muscular progresiva que lleva su nombre, el primero en dejar estudios acerca de la sonrisa. Mientras realizaba investigaciones acerca de la fisiología de las expresiones faciales en el siglo XIX, describió la hoy llamada sonrisa natural; involucra la contracción de los músculos cigomático mayor y menor cerca de la boca, los cuales elevan la comisura de los labios, y el músculo orbicular cerca de los ojos, cuya contracción eleva las mejillas y produce arrugas alrededor de los ojos.
Este tipo de sonrisa parte del recuerdo de un sentimiento o la visión de una escena de belleza o de amor y hace que generemos las llamadas hormonas de la felicidad (serotonina, endorfina y dopamina).
Aunque Duchenne conocía la dificultad de fingir una sonrisa, instaba a sus discípulos a experimentar. Decía que con un entrenamiento adecuado, pasa de ser voluntaria (tiene origen en la corteza motora) a natural (un impulso generado en los ganglios basales como respuesta a procesos del sistema límbico) y ahí se produce la magia.
Los neurocientíficos actuales han comprobado que quien practica la sonrisa, altera el circuito de la angustia (disminuye el cortisol en sangre, la hormona de la angustia y el miedo) puesto que genera un mensaje al cerebro de que todo está bien, poniendo en marcha la acción fisiológica correspondiente.
Es la base de terapias circulares como la risoterapia, parten de una acción fisiológica que da lugar a un estado emocional que retroalimenta el estado físico y vuelta a empezar.
Hoy te reto a que sonrías. En principio sólo para ti, “cuando brota una sonrisa en soledad, habla la pureza del alma” dice un proverbio chino.
En mi experiencia, no fue tarea fácil. De sentirme estúpido o falso, pasó un tiempo hasta modificar la mueca fingida en expresión facial relajada, transformando un estado anímico de intranquilidad en uno placentero.
La sonrisa crea empatía, damos la bienvenida al otro que nos la devuelve. Nos proporciona sensación de compañía y con ella frenamos los pensamientos negativos. La sonrisa de los felices nos alimenta, llevándola como consuelo a los que sufren, rellena huecos que las palabras no podrían. Es tan contagiosa que es capaz de eliminar la prisa y convertirla en risa.
Experimenta y disfruta. Sonríe…
Artículo publicado en la Revista MI Pueblo Fuerteventura número 68, en este enlace pueden leer la revista completa:
https://issuu.com/mipueblofuerteventura/docs/revista_mi_pueblo_fuerteventura_n___db40c85e753b81
Por Oscar Ramos. Coach. Para la Revista Mi Pueblo
“Esperé pacientemente mientras mi jefe terminaba su perorata acerca de la importancia de inculcar a los trabajadores un exquisito trato al cliente, justo después de echarle una bronca a un compañero delante de clientes y el resto del equipo. Respiré hondo, y utilizando todos los músculos de mi cuerpo, construí una sonrisa…”
Hace mucho tiempo, creo fue finales de los 90, en aquella ya mítica serie americana “Ally Mcbeal” conocí al peculiar personaje que inspiró éste artículo, él lo llamaba “la terapia sonriente”. Hoy para mí es un recurso habitual que transforma estructuras mentales y estados anímicos.
Fue el neurólogo francés Duchenne, conocido por descubrir la distrofia muscular progresiva que lleva su nombre, el primero en dejar estudios acerca de la sonrisa. Mientras realizaba investigaciones acerca de la fisiología de las expresiones faciales en el siglo XIX, describió la hoy llamada sonrisa natural; involucra la contracción de los músculos cigomático mayor y menor cerca de la boca, los cuales elevan la comisura de los labios, y el músculo orbicular cerca de los ojos, cuya contracción eleva las mejillas y produce arrugas alrededor de los ojos.
Este tipo de sonrisa parte del recuerdo de un sentimiento o la visión de una escena de belleza o de amor y hace que generemos las llamadas hormonas de la felicidad (serotonina, endorfina y dopamina).
Aunque Duchenne conocía la dificultad de fingir una sonrisa, instaba a sus discípulos a experimentar. Decía que con un entrenamiento adecuado, pasa de ser voluntaria (tiene origen en la corteza motora) a natural (un impulso generado en los ganglios basales como respuesta a procesos del sistema límbico) y ahí se produce la magia.
Los neurocientíficos actuales han comprobado que quien practica la sonrisa, altera el circuito de la angustia (disminuye el cortisol en sangre, la hormona de la angustia y el miedo) puesto que genera un mensaje al cerebro de que todo está bien, poniendo en marcha la acción fisiológica correspondiente.
Es la base de terapias circulares como la risoterapia, parten de una acción fisiológica que da lugar a un estado emocional que retroalimenta el estado físico y vuelta a empezar.
Hoy te reto a que sonrías. En principio sólo para ti, “cuando brota una sonrisa en soledad, habla la pureza del alma” dice un proverbio chino.
En mi experiencia, no fue tarea fácil. De sentirme estúpido o falso, pasó un tiempo hasta modificar la mueca fingida en expresión facial relajada, transformando un estado anímico de intranquilidad en uno placentero.
La sonrisa crea empatía, damos la bienvenida al otro que nos la devuelve. Nos proporciona sensación de compañía y con ella frenamos los pensamientos negativos. La sonrisa de los felices nos alimenta, llevándola como consuelo a los que sufren, rellena huecos que las palabras no podrían. Es tan contagiosa que es capaz de eliminar la prisa y convertirla en risa.
Experimenta y disfruta. Sonríe…
Artículo publicado en la Revista MI Pueblo Fuerteventura número 68, en este enlace pueden leer la revista completa:
https://issuu.com/mipueblofuerteventura/docs/revista_mi_pueblo_fuerteventura_n___db40c85e753b81